Paddington vuelve a casa… ¿o no? Una historia de identidad y aventura
En esta ocasión, la aventura de Paddington y su familia adoptiva, los Brown, los lleva a Perú, país de origen del oso.
Los mensajes alentadores llegan en muchas formas. A veces, solo hay que poner atención.
Este viernes se estrena Paddington in Peru, la tercera entrega de esta serie que combina animación con actores reales. En las dos primeras películas, el carisma y la gentil personalidad de Paddington han quedado bien establecidos, junto con su capacidad para meterse en problemas.
En esta ocasión, la aventura de Paddington y su familia adoptiva, los Brown, los lleva a Perú, país de origen del oso. Allí, su tía Lucy, la figura materna que lo crió, ha desaparecido de la casa de retiro donde estaba hospedada.
Las peripecias de Paddington se complican aún más con la aparición de nuevos personajes. Entre ellos, la Madre Reverenda (Olivia Colman), quien dirige la casa de retiro, y Hunter Cabo (Antonio Banderas), un capitán de barco atormentado por sus ancestros, que lo persiguen constantemente con consejos no siempre acertados.
En esta entrega, la madre de la familia Brown, Mary, es interpretada por una nueva actriz: Emily Mortimer. Su selección es acertada, ya que incluso guarda cierto parecido con Madelaine Harris, quien interpreta a Judy Brown, la hija. Hugh Bonneville repite su papel como Henry Brown, al igual que Samuel Joslin como Jonathan Brown y Julie Walters como Mrs. Bird. La dirección está a cargo de Dougal Wilson.
Paddington, cuya voz en inglés es interpretada por Ben Whishaw, regresa a Perú en busca de su tía Lucy (Imelda Staunton). En el proceso, descubre sus orígenes y encuentra tanto el mítico El Dorado (en una interpretación libre, por supuesto) como a la tribu a la que pertenecía cuando nació, antes de las aventuras que lo llevaron a Inglaterra.
Aunque la película tiene como principal objetivo entretener a toda la familia —y lo logra con éxito, incorporando referencias culturales y cinematográficas que los adultos apreciarán—, también invita a reflexionar sobre temas actuales. Paddington, aunque vive en Inglaterra, es un inmigrante, y las historias de los migrantes, al final, se asemejan en todo el mundo.
Así, el osito se enfrenta al dilema de regresar a su tierra natal o quedarse en Inglaterra, el lugar donde ha construido su hogar. Afortunadamente, él tiene la oportunidad de decidir, pero su historia hará reflexionar a más de un espectador.
La película es recomendable porque logra un equilibrio entre emoción y comedia. Los valores familiares, como la lealtad, el respeto por las decisiones ajenas y la aceptación de lo diferente, están presentes y resultan refrescantes.
Sin duda, este filme ofrece susurros de gracia en su historia y en medio de las divertidas aventuras de Paddington y su familia humana.